Antología. 3º. Secundaria......Dédalo: constructor del laberinto de Creta; encerrado con su hijo Icaro por ayudar a matar al Minotauro.
Minos: rey mitológico de Creta.
Zampoña: flauta.
Boyero, Hélice, Orión: constelaciones.
Báculo: bastón
esteva: parte de un arado.
Juno diosa romana del matrimonio.
Delos: Isla griega, como Paros, Lebinto y Climna.
Aguas.... nombre: mar Icario.
Hespérides: las hespérides eran tres ninfas que poseían un jardín con árboles que daban frutos de oro.
A porfía: en competencia.
mirra: resina aromática de color rojo.
Incienso: resina que produce un intenso aroma al arder.
Esquilar: aquí, pastar.
Peregrina: extraordinaria.
Beleño: planta de flores amarillas y rojas con una sustancia narcótica.
Vástago: tallo nuevo.
Purpúreo: de color rojo violáceo.
Néctar: cualquier licor agradable.
Lisojear: alegrar.
Profanar: tratar sin respeto lo que es sagrado.
Prole: descendencia.
Abrojo: planta espinosa perjudicial para los sembrados.
Yermo: terreno despoblado y sin vegetación.
Alejandro: se refiere a Alejandro Magno (356-323), que fue rey de Macedonia y de Grecia.
A quien no suscriba: a la que no acepte.
Lid: lucha, combate.
Escarnecer: insultar.
Seglar: no eclesiástico.
voluptuoso: sensual, deseable.
exangüe: sin sangre.
Escepticismo: duda.
Baladí: insustancial.
Pábulo: pasto, alimento.
Feijoo: ensayista español del siglo XVIII.
Falacia: falsedad, engaño.
Arteramente: astutamente.
Imbuido: dotado, impregnado.
Carisma: don concedido a una criatura.
Broadway: calle de Nueva York donde se concentran los teatros.
Yoko Ono: compañera de Lennon.
Erigir: instituir, esto es, convertir.
Fariseísmo: falsedad.
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los mártires de la guerra civil española son casi siempre republicanos
los héroes de la guerra civil española son casi siempre nacionalistas o franquistas.
los gobernantes no deben hacerlo aunque vivan en una sociedad democrática, engañando a las masas que los votaron, ósea, él, los Martín Luter King, los Kennedy, Los John Lennon, Los Ghandi, los Carrero Blanco, y es que para vivir bien, hay que trabajar casi tanto como para vivir mal, y quien no cree en el fondo que la liberación de los negros empezaba por Martín Luther King. Sensacionalismos, titulares de prensa, locutores partidistas, discursos mezquinos en reconocer libertades, y trabajos de los obreros y campesinos, leyes que no empiezan por el sentido común, algo así, si compra un coche, tiene muchas más posibilidades de matarse con él, y no que lo atropellen, y es que el escepticismo, no empieza, en el formulario del seguro, sino en la cruda realidad, si los políticos o gobernantes se andan sin ilusiones, los cantantes son como sacerdotes, o sumos pontífices gurús, fans pobres, populacho, monaguillos, forofos, afición, seguidores, espectadores, clientes, amigos, familiares, ¡quién lo duda, los cantantes famosos también tienen familiares, los familiares al menos amigos, y estos son o van a ser clientes de tal o cual firma, empresa, o consumen, o gastan, etc, etc, los espectadores los de Gary Cooper, o John Wayne, Cary Grant, Pinito del Oro, Lola Flores, Boby Solo, Elvis Presley, Frank Sinatra, y ya ven lo que son, son demócratas, anarquistas, simpatizantes, seguidores, los amigos de los seguidores a veces son amigos, otra clientes, otras religiosos, y muchas no son amantes de la misma mujer, la mujer es tan de ella, aunque no sea demócrata, ni charlatanes, ni se hayan embarcados nunca, y es que los que quedan en tierra, son de infantería de marina como mucho,
los borrachos, los locos, los depravados, los esquizos, los neuras, los chalados, estos pobriños, no llegan a forofos, gritos, exhaltados, hinchas, corechas, palmistas, clacks, nada, sin aplausos, los cantantes con familiares y los políticos de los amigos que compran en grandes almacenes, en empresas bien vistas y toleradas en la sociedad estrecha y resentida en que solemos vivir, ... y es que además de un euro el litro de gasolina, la propina es demasiado.
No hace falta que estemos en Navidad, no hace falta tener un par de chinitas adopatadas, no hace falta hablar gallego, para que la realidad, Irreal de la radio, la prensa, la tv, los periodicos, los libros, los conservatorios, se hagan eco de un lejano yo, que quizá surgió por casualidad, y otras porque son todos unos enterados, y si los periódicos, y los locutores y las tv, y los periodistas no dieran la noticia, son una sombra de rimmel, y un quejido, y una sollozo, amargo, haciendo comedía, es que el rey de la comedia no se había muerto
Quizá detrás de ese mundanal paisaje, lleno de rascacielos, la tristeza nos llega a su debido tiempo, nunca antes de lo que tenemos que hacer, si tenemos que despedir un familiar en el aeropuerto, la despedida de ese otro amigo, que los fans, y los mitólogos para explotarlo, han llamado John Lennon, puede esperar al menos para cuando volvemos a casa, en el coche, en el taxi, en el transporte público, y es que los mitos, y los fenómenos sociales, siempre encienden pasiones, y las pasiones conversaciones, y las conversaciones, llegan ese punto más tarde, algo así como el atardecer, o el obscurecer, o la puesta de sol, o cuando ya no nos va, o nos viene. Y el dialogo, y los hechos son expuestos sin acaloramiento, y el fútbol es solo la realidad que va a esperar, como los fumadores, como tantas y tantas cosas que las sociedad moderna ha ido inventando y han ido olvidando otras las novenas por San Francisco Javier, el odio a Pablo Iglesias, a cualquier otro Pablo, Abraira, Pablo Picasso, el caos, el desorden, la chusma, y los simpatizantes de un cantante que se fue. Descanse en Paz Jonh Lennon.
rascacielos, edificios altos, caserones, torres, castillos, plazas, iglesias, colegios, tabernas, tascas, bares, cafeterías, biblioteca, ultramarinos, supermercados, aparcamientos, campanarios, atrios, claustros, calles, mercados, sacristías, altares, bancos, jardines, cobertizos, piscinas, canchas de tenis, campos de golf, campos de fútbol, campos de balonmano, campos de vacas, campos de prados, campos de hierba, campos de amapolas,
Un mito contemporáneo.Los mitos actuales, creados, sobre todo, por el cine y la música pop, ofrecen zonas de luz pero también intensas zonas de sombra.
Carmen Martín Gaite. ( Salamanca, 1925) reflexionó sobre algunos aspectos oscuros de esta nueva mitología a raíz del asesinato del músico inglés John Lennon, del legendario grupo The Beatles.
La muchedumbre de fans del ex beatle, alucinada y enardecida, sigue comprando compulsivamente los periódicos con el único fin de que le suministren pasto para incrementar su sensación de pena y orfandad, para alimentar el credo de la naciente y ambigua religión a la que se abandonan y adhieren, sin la más mínima reserva de escepticismo o desconfianza. Ni que decir tiene que la prensa sensacionalista, totalmente al tanto de este caldo de cultivo, no escatima los detalles más ñoños y baladíes que puedan darle pábulo, contribuyendo así a que su tirada se agote como si fueran rosquillas. En el metro, en los bares, donde la gente desayuna aceleradamente antes de ira al trabajo, o de pie por las esquinas de las calles plagadas de luces que anuncian la Navidad, la gente despliega los periódicos y busca con avidez bien visible la página donde venga algún artículo o noticia que siga manteniéndoles en la ilusión de que no ha roto el cordón umbilical que les conecta con su dios desaparecido.
Pocas veces se podrá haber constatado como en esta ocasión que la juventud actual está ansiosa de dioses y que se agarra, como a un clavo ardiendo, a cualquier argumento que el destino le depare para encauzar e institucionalizar esta sed reprimida de religión.
Cuando el domingo pasado, 14 de diciembre, tres los diez minutos de silencio organizados por un invisible agente publicitario, empezó a nevar sobre las 100.00 personas congregadas en Central Park para rendir homenaje a John Lennon, alguien comentó: "Es su sonrisa, que empieza a caer desde el cielo encima de nosotros". Cuando leí este comentario en los periódicos del lunes, me acordé de que en 1715, a la muerte de la reina María Luisa de Saboya, se había visto una especie de extraño cometa en el cielo, que el pueblo de Madrid había interpretado como una prolongación de su espíritu sobre el pueblo, y de las críticas que acerca de esta clase de supercherías se habían elaborado del padre Feijjó en adelante. Y pareció que el tiempo volvía hacia atrás, que no habíamos dado un paso en materia de superstición.
No es que yo quiera declarme como una redomada racionalista. Simplemente querría llamar la atención sobre el engaño y la falacia que supone desenfocar los temas que adivino arteramente orquestados por la propaganda....[]
Detrás de aquellas ventanas iluminadas, donde el pueblo llano imaginaba llorando ala viuda del ídolo, ella, la altiva y despejada japonesa que habría de contribuir a la propagación del mito, se sentía imbuida del protagonismo y el carisma que le legaba su multimillonario compañero y estaba escribiendo el mensaje que al día siguiente harían público todos los periódicos del país, dando las consignas para el funeral multitudinario llamado a propagar el mito.
Al día siguiente no sólo en los diarios, sino escritas en sábanas blancas colgadas a lo largo de Broadway, las palabras de Yoko Ono, erigida en diosa que recoge la antorcha, fortificaban y daban coherencia a la naciente religión de los desamparados, de los sedientos de un guía religioso (incluido el desventurado asesino); y, bajo su aparente tono de concordia y amor, a duras penas eran capaces de encubrir el fariseísmo del manager todopoderoso, que trata de disimular arteramente que acaba de heredar treinta millones de dólares.